Casa nueva
UN NUEVO ESPACIO LLEGÓ
La Escuela Waldorf en Viña del Mar poco a poco creció y otra casa necesitó. Junto a las familias un espacio para los niños y niñas se encontró. El año 2024 a Gregorio Marañón nos mudamos y en esta casa creceremos.

Nos trasladamos
Desde el nacimiento de la escuela dimos pasos para construir, siempre nuestro horizonte fue consolidar un octavo básico y una futura educación media.
Para este gran sueño necesitábamos un lugar que nos pudiese acoger, por lo que se activó una comisión de búsqueda, en la que se vieron muchas casas por largos años… hasta que apareció la oportunidad de Gregorio Marañón, un espacio maravilloso que con sus áreas verdes ensoñadas nos invitaba a llenar de cuentos sus alrededores.
Aceptamos el gran desafío y toda la comunidad entrelazada por un gran hilo dorado comenzó a tejer para que esto fuese posible: reuniones diarias, adecuaciones de infraestructura, embalar recuerdos, talleres para recaudar fondos, donaciones económicas y de saberes, vocación e inspiración y por sobre todo voluntad, han hecho posible que esta nueva casa vaya apareciendo para el devenir de nuestros niños y niñas.
Nuestra visión
Ser un proyecto educativo que facilite el desarrollo de seres humanos libres con la capacidad de impartir propósito y dirección a sus vidas, deviniendo con ello en actores transformadores de la sociedad.
Nuestra misión
Ser una escuela emplazada en un contexto urbano, como alternativa real para los niños y niñas que vivan en la ciudad de Viña del Mar y sus alrededores, que favorezca en ellos y ellas una relación armoniosa entre el desarrollo del ser y el aprendizaje, con el anhelo de velar por que todo el proceso educativo tienda a la formación de su intelecto, al cultivo de sus sentimientos y al fortalecimiento de su voluntad. Todo lo anterior sustentado en los principios de la antroposofía, acompañando desde el cariño, la contención, la visibilización de las características individuales de cada niño y niña como base para el despertar de sus capacidades y fortalezas.
El proceso de construir escuela
El espíritu de la comunidad
«Las personas que trabajan juntas en una fraternidad son magos, porque atraen seres superiores a su círculo. Cuando uno trabaja en comunidad a partir del amor fraternal, seres superiores efectivamente se manifiestan. Al entregarnos a la fraternidad, esta donación de sí mismos, este fusionarse en una totalidad resulta en un fortalecimiento de nuestros órganos. Luego, al hablar o actuar como miembros de tal comunidad, no es el humano individual que actúa o habla en nosotros, sino el espíritu de la comunidad. Este es el secreto para el progreso de la humanidad del futuro: trabajar a través de comunidades».
Rudolf Steiner
